miércoles, 31 de diciembre de 2014

Mi sangre contará mi historia

INCH'ALLAH
(Aka Si Alá quiere, Insh'Allah)


DIR Anaïs Barbeau-Lavalette
CON Evelyne Brochu, Sabrina Ouazani, Sivan Levy, Yousef ‘Joe’ Sweid, Hammoudeh Alkarmi
PAÍS Palestina, Canadá
AÑO 2012

Es un honor escribir por primera vez de una película realizada en Palestina y con la absoluta convicción que está dentro de los puntos de inflexión en los que se ha trazado mi vida.

Cuando tuve al frente el reflejo de una realidad lejana y ajena, quise entrar en la pantalla y ser parte de él, de nombrarme como ellos un alzado más contra la injusticia de Israel en su incisiva necesidad por acabar con Palestina. Traté, en lo que recuerdo plausiblemente en esta memoria desprodigia, entrar en cada persona, en cada habitante, en cada silencio y sentir, en la mirada del pequeño Safi, en las ganas de inmolarse.

Creo que todo termina en amar la tristeza; de un conflicto que, hasta por el nombre mi nombre debería ser indiferente, puedo ser mejor un estorbo. ¿Será posible flanquear la enorme muralla de Israel y entrar a Palestina a ayudar a los niños, a alimentar con palomitas de maíz las esperanzas del respeto por la tierra...? ¿será que puedo llegar a allá y darle significado a una vida que ya no la tiene?

Anaïs ha dejado muy claro su pasión y sentimiento por aquella tierra, ¿acaso mi tatuaje de Robin Hood, mis ganas de ser un sarraceno de nuevo que lucha contra los invasores del mundo árabe tiene un sentimiento igual? Deliro. Ojalá hubiera estudiado medicina como Chloé, ojalá hubiera sentido ganas de ir a un lugar de conflicto en mi país, Colombia, que debe sufrir en lugares también así, ojalá hubiera cambiado mis convicciones desde más pequeño pero creo, sin dudas, no estar a destiempo.

Declaro repudiar a todos los que ayudan en tanta crueldad. Repudio el odio entre los pueblos y las fronteras, ¿cómo puede acabar algo si constantemente se están resquebrajando las ganas de una paz compartida?. Como diría Palestina Libre en aquel escrito: «¿Cómo podrá una nación levantarse de las cenizas si tiene a sus niños sometidos a un constante trauma? ¿si, resignados, piden que el último bombardeo los lleve al más allá abrazados de las personas que aman?»

A continuación mis sentidos fotogramas de una película que más que verla, experimenté y sufrí en la sala de cine de la cinemateca.



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