Le Herisson
(El Erizo, El encanto del Erizo, The Hedgehog)
CON Togo Igawa, Anne Brochet, Josiane Balasko.
PAÍS Francia
AÑO 2009
¿Qué pensamos con nuestra vida a los 11 años?... La pregunta desconcierta, si es que estructuralmente está bien planteada. Conlleva un análisis largo, y a esa edad pocos nos ponemos en ello, sólo evadimos tales cuestiones. Por eso ver a alguien de sólo 11 años, plantándose esto y teniendo una madurez como Paloma es realmente difícil.
Y es que más si se le suma el hecho que tenga el arte como herramienta para su subsistencia emocional que tal pregunta hace. O que a esa edad sepa idiomas orientales, ruede una película, lea toneladas de libros... es fascinante.
Sin embargo, como muchos dramas, en los que mal encasillo este film, la historia de Paloma no es sencilla. No para alguien que desde el primer momento que vez con su cámara filmadora te atrapa con unas líneas absurdos y existenciales. Sus pensamientos y reflexiones pasan por lo simple, con lo que la forma como podríamos entenderla se hace fácil, pero su estoicismo para afrontar algunas cosas es admirable.
Los personajes que acompañan a Paloma son los que quizás terminen por darle más madures a todo el asunto, aunque de ella todo arranca. Renée, la portera, puede sumergir la pasión por la lectura como forma de atrapar instantes de vidas entre las rutinas y la seriedad de la indiferencia. O el Sr. Kakuro, de quién recuerdo entender porque las cartas son la forma más efectiva de comunicación cuando tienes a alguien al lado y no puedes expresarle tus sentimientos. Y es que hasta los mismos padres de Paloma que, a pesar de vivir en "la pecera", tienen la óptima de la vida en sus superficialidades... a quién no le han descritos sus papás como la madre de Paloma: "Paloma es una niña muy excéntrica. Quiero decir... un poco bizarra"
Muchas cosas de Paloma veo reflejada en las cosas que hago. Nada es fácil y, si lo es, a veces conviene complicarlo... como lo tierno de nombrar a un pez, Hubert Josse (mi perro se llamaba Phillip José)...
Mis fotogramas mágicos son estos, una suma de decisiones maduradas, de humor inteligente, de dramas sinceros, de frases a las que no importan los adjetivos...
Y es que más si se le suma el hecho que tenga el arte como herramienta para su subsistencia emocional que tal pregunta hace. O que a esa edad sepa idiomas orientales, ruede una película, lea toneladas de libros... es fascinante.
Sin embargo, como muchos dramas, en los que mal encasillo este film, la historia de Paloma no es sencilla. No para alguien que desde el primer momento que vez con su cámara filmadora te atrapa con unas líneas absurdos y existenciales. Sus pensamientos y reflexiones pasan por lo simple, con lo que la forma como podríamos entenderla se hace fácil, pero su estoicismo para afrontar algunas cosas es admirable.
Los personajes que acompañan a Paloma son los que quizás terminen por darle más madures a todo el asunto, aunque de ella todo arranca. Renée, la portera, puede sumergir la pasión por la lectura como forma de atrapar instantes de vidas entre las rutinas y la seriedad de la indiferencia. O el Sr. Kakuro, de quién recuerdo entender porque las cartas son la forma más efectiva de comunicación cuando tienes a alguien al lado y no puedes expresarle tus sentimientos. Y es que hasta los mismos padres de Paloma que, a pesar de vivir en "la pecera", tienen la óptima de la vida en sus superficialidades... a quién no le han descritos sus papás como la madre de Paloma: "Paloma es una niña muy excéntrica. Quiero decir... un poco bizarra"
Muchas cosas de Paloma veo reflejada en las cosas que hago. Nada es fácil y, si lo es, a veces conviene complicarlo... como lo tierno de nombrar a un pez, Hubert Josse (mi perro se llamaba Phillip José)...
Mis fotogramas mágicos son estos, una suma de decisiones maduradas, de humor inteligente, de dramas sinceros, de frases a las que no importan los adjetivos...
"Lo importante no es morir, ni a qué edad se muere, sino lo que se está haciendo justo en ese momento" - Paloma
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