ALL ABOUT EVE
(Todo sobre Eve, Eva al Desnudo)
DE Joseph L. Mankiewicz
CON Bette Davis, Anne Baxter, George Sanders, Celeste Holm, Gary Merrill, Hugh Marlowe, Marilyn Monroe, Thelma Ritter, Gregory Ratoff, Barbara Bates, Walter Hampden
PAÍS Estados Unidos
AÑO 1950
Pertenecer a alguien, más que cualquier alusión a la esclavitud o a trastornos psicológicos, es ser la razón del comportamiento y las decisiones que ese alguien toma. All About Eve nos muestra esto; la sensación de júbilo, placer y tormento de "deberse" y pertenecer a alguien.
Si algo admiro de esta joya clásica, y de paso propongo como razón para verla, más que por sus tantas nominaciones a los Óscar que admito me condujeron a mí, es la magnitud teatral que lleva; los diálogos nutridos de perspicacia e inteligencia; la genialidad pura de Bette Davis en un papel de irascible, centrado en sus pasiones, inagotable, con mucha alma; sorpresivos cambios, magníficos escenarios y vestuarios; y un mensaje que se termina armando tras cada escena.
Eve Harrington, el personaje central, es parte importante de cada humano. Su frenético camino hacia sus deseos nos recuerda que nadie está excepto de pervertir la inocencia, enmascarar la maldad o imitar sutilezas prácticas. Posee el aspecto de la mujer de Hollywood que muchas veces veo, fecunda en un arte que te devora.
La Paz y tranquilidad es para Bibliotecas, bien dice Margo (Bette) en el film, y es absolutamente aplicable a ella misma tras cada discusión emprende y mantiene; tanto que me llevó a pensar en Taylor; me sentí por un momento transportado a los diálogos de ¿Quién teme a Virgina Wolf?, lleno de frases inteligentes, de belleza, desborde y gestos que te llevaban de la alegría al desespero. Y como todo esto, a veces ni la paz ni la tranquilidad nos pertenecen.
Sin más, he seleccionado mis fotogramas mágicos. Es imposible no querer poner más de esas secuencias a Blanco y Negro tan bellas.
Si algo admiro de esta joya clásica, y de paso propongo como razón para verla, más que por sus tantas nominaciones a los Óscar que admito me condujeron a mí, es la magnitud teatral que lleva; los diálogos nutridos de perspicacia e inteligencia; la genialidad pura de Bette Davis en un papel de irascible, centrado en sus pasiones, inagotable, con mucha alma; sorpresivos cambios, magníficos escenarios y vestuarios; y un mensaje que se termina armando tras cada escena.
Eve Harrington, el personaje central, es parte importante de cada humano. Su frenético camino hacia sus deseos nos recuerda que nadie está excepto de pervertir la inocencia, enmascarar la maldad o imitar sutilezas prácticas. Posee el aspecto de la mujer de Hollywood que muchas veces veo, fecunda en un arte que te devora.
La Paz y tranquilidad es para Bibliotecas, bien dice Margo (Bette) en el film, y es absolutamente aplicable a ella misma tras cada discusión emprende y mantiene; tanto que me llevó a pensar en Taylor; me sentí por un momento transportado a los diálogos de ¿Quién teme a Virgina Wolf?, lleno de frases inteligentes, de belleza, desborde y gestos que te llevaban de la alegría al desespero. Y como todo esto, a veces ni la paz ni la tranquilidad nos pertenecen.
Sin más, he seleccionado mis fotogramas mágicos. Es imposible no querer poner más de esas secuencias a Blanco y Negro tan bellas.
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